Hoy me levanté...

Molesto, y con ganas de expresarme. No importa que mi voz no se escuche ni se atienda, solo necesito decirlo.

Hoy me levanté con ganas de escribir, sin tener tiempo para ello, más que para destruir lo que veo, para construir lo que no veo. Ya no soporto un día más este mundo, y aplicando su justicia, este mundo tampoco me soporta a mi.

Hoy me levanté con ganas de romper cadenas, cadenas invisibles, pero más pesadas que cualquiera que hayas visto. "Nadie es más esclavo que aquel que cree ser libre sin serlo", decía Goethe. Por todo lo que el hombre lucha, sueña, desilusiona, llora, ríe, canta, insulta, ama, odia, su libertad, su posición frente al mundo; la justicia que implora, ante la injusticia que impera...

Hoy me levanté arrecho, con ganas de gritar, pero solo me tomarán por loco. Mejor suerte tendrán los Testigos de Jehová que yo. Hoy amanecí con sed de justicia, y hambre de cambio. Quiero salir a la calle y dar mil gritos, no para pedir por el cambio, sino para hacerlo nosotros mismos. ¡Ya basta de pedir! ¡Ya basta de rogarle limosna e implorar a los gobiernos que hagan el trabajo que nunca han hecho! Es momento de empezar a hacer el trabajo nosotros mismos, es momento de madurar, y de valernos por nosotros mismos.

Hoy dejé el logos para dedicarme al pathos, porque hoy siento odio. Odio hacia todo lo que veo y no deja al ser vivo "SER"... Enclaustrado en sus puestos de trabajo, en sus herramientas, en su burocracia, en sus "familias", en sus iglesias, en sus leyes, en sus fronteras, y demás idioteces imaginarias que forman la "realidad" del mundo. Pero mientras más lo pienso, y mientras transcurre el tiempo, más lejana se vuelve la posibilidad. Me dan fuertes ganas de llorar, no porque sienta tristeza, ¡Oh no, ciertamente tristeza no es! Es por la impotencia, por la incapacidad de no poder hacer nada. Lo mejor que puedo hacer es quedarme aquí sentado a escribir para probar si le puedo llegar a alguien!!... Me dan ganas de llorar porque sé muy bien que jamás me libraré con vida de este odio que siento.

Hoy me levanté sin nacionalidad, sin religión, sin posición política, sin raza, sin género, sin moral, sin prejuicios, como un ser que intenta alcanzar su libertad, como un promotor de la anarquía. Hoy me levanté con acusaciones en mi contra, porque soy orgullosamente apátrida, y no defiendo fronteras imaginarias; me acusarán de demonio, por lo ateo que soy; de inmoral, porque carezco de ella; de criminal, porque no obedezco leyes; de anarquista, porque estoy en contra del Estado. Muy cierto que los locos como yo somos pocos... y si de todas maneras me tocara que viajar por este sendero yo solo, muy contento estaré de ser el ejercito de un solo hombre.

Salud y (A)

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