¿Ha existido el imperialismo?

Lo siguiente es un pequeño trabajo que hice para la universidad. El tema es si ¿ha existido o no el imperialismo en la América Latina?. Esto lo coloco porque es poco probable que escriba algo pronto porque ando algo ocupado con la universidad: HISTORIA ME VUELVE LOCO!!! jeje

¿Ha existido el imperialismo?

Del 16 de Enero al 20 de febrero de 1928, se celebró en la Habana, Cuba, la sexta Conferencia Panamericana. Cuya atmósfera internacional estaba llena de recelos a consecuencia de las recientes intervenciones en los años pasados de los EE.UU. en algunos países de Latinoamérica, sobretodo la de Nicaragua en 1926 . Desde incluso antes y hasta nuestros días, se han venido suscitando consecuentes demandas a las reiterativas intervenciones del país "mas poderoso del mundo" por estos lados del continente americano. A esto se suele representar como lo que todos conocemos como el "Imperialismo Yankee o norteamericano".

Primero que todo, debemos que definir que es lo que se entiende por "Imperialismo". Esta se entiende, en su forma marxista-leninista, cómo una consecuente etapa del capitalismo, donde se deja de lado a las teorías clásicas liberales de la competencia, y se adopta el monopolio o la creación de carteles, que beneficiarían a unos pocos a expensas de los demás. Esto incluso lo llegó a afirmar el considerado padre del liberalismo, Adam Smith: "La gente del mismo gremio raramente se reúne, ni siquiera para divertirse, pero cuando lo hacen, la conversación siempre termina en una conspiración en contra de la gente o en algún acuerdo para subir los precios". Estos nuevos grupos monopolistas, al tener excedentes de su producción a nivel nacional, necesitarían de nuevos mercados para poder mantenerse a flote. Sin embargo, esto no sería posible en aquellos lugares que tuvieren un grado más alto de desarrollo capitalista, pues esto implicaría la "competencia" que en un principio se evitaron en su propio mercado nacional. Lo cual implica, que esto podría llegar a traducirse en un conflicto: a la obstaculización, al sabotaje o incluso a la guerra contra otros países, con el fin evitar de evitar el desarrollo del otro y la propia auto-satisfacción al ingresar a ese nuevo mercado.

Y sin duda alguna, esa teoría pareciera representarse muy bien con la historia de las relaciones internacionales de los Estados Unidos con el resto del mundo, y particularmente, en América Latina.
La historia comienza con una frase del quinto presidente norteamericano, James Monroe: "América para los americanos", mejor conocida ahora como Doctrina Monroe. Y esa era una declaración en contra de las intervenciones de las potencias europeas en el continente americano. Sin embargo, a inicios del siglo XX, el presidente Roosevelt, enmendó la doctrina con el llamado "Corolario Roosevelt", que dice que "si un país latino-americano situado bajo la influencia de los EE.UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU. estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país 'desquiciado' para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas" . Esta se llegó a ver como una declaración que le daba "carta blanca" a los Estados Unidos para intervenir en América Latina.

El historial de intervenciones de EE.UU. en América Latina ha sido bastante largo, que van desde apoyos a Golpes de Estado hasta el apoyo de terribles dictaduras de corte fascista.

En Venezuela, durante el gobierno del Dictador Juan Vicente Gómez, EE.UU. logró expulsar a su enemigo comercial, Gran Bretaña, a cambio de su apoyo al dictador; que también abrió el país a las grandes compañías extranjeras .

En Colombia, la política “antidrogas” de EE.UU. de las fumigaciones, además de envenenar la tierra que producen enfermedades y muertes, esta sirve como una manera de control social sobre grupos desposeídos del país, a la par de que sirve para sus intereses económicos y de seguridad nacional. Sin mencionar que se ha demostrado sumamente ineficaz para disminuir el consumo de drogas ilegales. También, a través del “Plan Colombia”, que proporciona ayuda económica y militar de los EE.UU. a dicho país, ha tenido como consecuencia el desplazamiento de miles de campesinos como refugiados a Ecuador y Venezuela, que según cifras de la Comisión de Las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se calcula en aproximadamente en 180.000 refugiados .

El apoyo de los EE.UU. a gobiernos de carácter dictatorial y fascista, puede llegar a ser incontable. Eso también incluye el apoyo a grupos subversivos, como por ejemplo, los escuadrones de la muerte en el Salvador. Noam Chomsky nos relata la terrible historia de un reverendo que cuenta lo que ha visto: “La gente no es simplemente asesinada por los escuadrones de la muerte en el Salvador, -se les decapita y sus cabezas son colocadas sobre picos que salpican el paisaje. Los hombres no son solamente destripados por la policía de Hacienda, se les cortan los genitales y se les meten en la boca. Las mujeres no son solamente violadas por la Guardia Nacional; sus matrices son extirpados y colocadas sobre la cara a modo de sudario. No solamente se mata a los niños; son arrastrados sobre alambres afilados hasta que la carne se separa de los huesos, mientras sus padres son obligados a contemplar el suplicio ”.

Sin embargo, en ocasiones no se hace necesaria la intervención militar en otros países, ya que también pueden existir otras maneras de manejar el juego si aparecen nuevas opciones, las cuales pueden ser, por ejemplo, el control ejercido por parte de los EE.UU. en organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, que prestan recursos a aquellos países “subdesarrollados” que los necesiten.

En definitiva, ¿Ha existido un imperialismo por parte de los EE.UU.? Es muy cierto, y la historia lo ha demostrado así. Sin embargo, esta no puede ser considerada cómo única causa del subdesarrollo sino contamos también los propios factores internos, así como tampoco puede implicar el total aislamiento del país ante el exterior, ni mucho menos antes los EE.UU.

Comentarios