¿Quien se ha sentado a pensar en el Rey?

Leyendo una de las novelas de George Bernard Shaw, me encontré con una reflexión que me gustaría compartir. El libro se llama "Un socialista Antisocial", y la versión que yo tengo es una versión en inglés, así que me ha tocado que traducirlo, y es posible que tenga alguno que otro errorcillo, pero he tratado de hacerlo lo más comprensible posible.

Un Socialista Antisocial

" -...Yo admiro un hombre que es capaz de matar un Rey. ¿Creo que estarías de acuerdo conmigo, Trefusis?.

- Ciertamente no -dijo Trefusis-, un Rey hoy en día no es más que un monigote puesto para recibir las balas del que es el verdadero opresor de la sociedad, y la fracción de su salario que puede gastar como le plazca, es usualmente muy pequeña para su riesgo, su problema, y la condición de esclavitud personal a la que ha sido reducido. ¿Que hombre privado no está peor que el monarca constitucional? Le negamos a él todo tipo de privacidad; no se puede casar con quien escoja, ser consorte de quien prefiera, vestirse de acuerdo a sus gustos o vivir como le plazca. Yo no creo que siquiera coma o beba lo que más le guste;"..."Nosotros le dictamos todo excepto sus pensamientos y sueños, y estos incluso debe guardárselos para sí mismo sino no están ajustados, en nuestra opinión, a su condición. El trabajo que le imponemos es tan difícil como cualquier tarea de trabajo; carece de frutos, incesante, monótono y tiene que ser transferido en su mayor parte con agujeros nerviosos. Hacemos de su reino a un desastre para él, y lo llevamos y colocamos al frente para que se encare con ello. Finalmente, habiendo tomado cualquier cosa que los hombres le apremian, nosotros caemos bajo su caracter, y a cada persona a quien él se muestre a su favor. Le imponemos enormes gastos, pasamos por encima de él, y reprochamos su parsimonia. Nosotros lo usamos como yo usé aquellas estatuas -lo golpeamos en el nombre del honor para nuestra conveniencia al desfiguar y abusar de él-. Lo enviamos a nuestras ciudades más pobladas, proclamando que él es la fuente de todo bien o todo mal en la nación, y él, sabiendo que mucha gente lo cree así, sabiendo que es una mentira, y que él carece de poder para recortar el día de trabajo en una hora, aumentar los salarios un centavo, o anular hasta la más pequeña sentencia criminal, sin importar lo injusto que le parezca; sabiendo que cualquier minero en el reino puede fabricar dinamita, y que los revólveres son vendidos por siete o seis libras la pieza; sabiendo que no es a prueba de balas y que todo rey en Europa ha sido abaleado en las calles; él debe sonreir y saludar, y mantener una expresión de disfrute mientrás qué el alcalde y las corporaciones inflingen en él todas trivialidades que ha escuchado mil veces. Yo no te estoy pidiendo que seas leal, Erskine; pero espero, que como gesto de humanidad, simpatices con aquella figura pública, que no es más responsable de todos los males y desgracias que el Alcalde por los robos de los carteristas que siguen su show el 9 de noviembre.

Sir Charles se rió de la molestia que se tomó Trefusis para demostrar su punto, y dijo: - Mi querido amigo, los reyes están acostumbrados, lo esperan, y les gusta.

- Y lo más probable es que no se vean a sí mismos como yo los veo, no más de lo que las personas lo hacen-. Asintió Trefusis."

[Extracto de George B. Shaw, "Unsocial Socialist", Capítulo XV, pg. 129. Disponible en: http://www.gutenberg.org/ (solo en Inglés)

Comentarios